El camino globalmente responsable para reciclar sus electrónicos.
eStewards (administración electrónica) es un proyecto de BAN (Red de Acción de Basilea, por sus siglas en inglés), organización no gubernamental sin fines de lucro establecida en Seattle Washington. Este proyecto está en contra de la creciente crisis e-waste (residuos electrónicos).
Debido a la falta de legislación y regulaciones nacionales e internacionales en muchas regiones, esta situación, desafortunadamente se deja en manos de ciudadanos, corporaciones, universidades, todos para “descubrir” cómo prevenir que los materiales peligrosos de los electrónicos continúen causando daños a largo plazo en la salud de los humanos y el medio ambiente, sobre todo en países con economías en desarrollo.
BAN fue fundada en 1997 y llamada así por la Convención de Basilea, la cual restringe el comercio de residuos peligrosos y pretendía detener el desecho de materiales peligrosos en naciones en vías de desarrollo. Actualmente BAN no solo es líder mundial en información y promotor del comercio de residuos tóxicos y los tratados internacionales de residuos peligrosos, sino que también ha desarrollado soluciones basadas en el mercado que dependen de los estándares globales de reciclaje responsable y la certificación independiente de dichos estándares.
A pesar del éxito de BAN sobre el problema e-waste (desperdicios electrónicos), el consumo y disposición creciente de tecnología significa más desperdicios electrónicos que nunca, lo cual está ahogando a las comunidades pobres con toxinas en todo el mundo.
En el 2003 BAN y otras ONG’s, tratando de ayudar a los consumidores y los negocios a tomar las decisiones correctas, lanzaron el “Programa de Promesa de Administración electrónica”, con el cual más de 40 recicladores de desechos electrónicos, quienes fueron entrenados por BAN para usar solo medios responsables y seguros para procesar los residuos electrónicos, este programa solo era aplicable en EUA, y con él se hicieron cambios significativos en el establecimiento y aseguramiento de mejores prácticas de reciclaje electrónico para materiales peligrosos, tales como ; no desechar en vertederos, no incinerar, no trabajos penitenciarios y sobre todo no exportar a comunidades pobres.
En el 2006 BAN dejó del lado este programa de promesa para convertirlo en un programa de certificación con auditorias independientes, con el fin de participar por completo en el proceso de crear un estándar de reciclaje voluntario con el programa de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EUA), “Responsible Recycling” (reciclaje responsable, R2).
Después de dos años de participación activa en este proceso, la comunidad ambiental se dio por vencida debido a los conflictos para emitir este estándar ya que requería de votación para incluir leyes para importación así como permitir instalaciones de disposición de residuos peligrosos, por ello los lideres en reciclaje solicitaron a BAN y por las industrias de recuperación de activos que creara un verdadero programa de certificación riguroso que asegurara la conformidad completa sobre practicas de reciclaje electrónico.
La “certificación en e-Stewards” para recicladores electrónicos inició a finales del 2000, a principios del 2010 se tuvieron los primeros certificados en e-Stewards y los tres organismos certificadores aprobados fueron anunciados.
Al mismo tiempo, los primeros negocios de EUA, incluyendo algunas compañías “Fortune 500″ se comprometieron a tener un enfoque en e-Stewards, usando solo a los recicladores certificados parala disposición de sus activos y servicios, formando así el grupo de “las empresas e Stewards”.
El programa de certificación de e-Stewards para recicladores de electrónicos, está diseñado para proporcionar incentivos de mercado que impulsan a la cadena completa que maneja materiales peligrosos, Además, está en camino de desarrollar programas para entrenar o certificar compañías que recolecten o transporten electrónicos con el fin de incrementar el volumen de electrónicos manejados globalmente de manera responsable.
Estos programas juntos crearán una red de recolección responsable y entidades de procesamiento, aseguradoras y consumidores por igual, para que sus tecnologías antiguas no contaminen a las poblaciones vulnerables, a los trabajadores de reciclaje o a los ecosistemas globales.